¡Muy buenas y bienvenidos a un nuevo artículo! El post del mes de septiembre te anticipo que parece el típico que vas a encontrar en muchos sitios o que ya has leído, pero quiero invitarte a que te lo termines entero porque esa es la razón. Como te lo vas a encontrar en muchos sitios, mi objetivo es aportarte algo de valor, algo diferente, algo que nunca hayas leído.
Lo primero que voy a hacer es empezar atacándote (pero siempre, por supuesto, te agradezco que leas este artículo). Probablemente, si has clicado para poder leer este artículo es que no has hecho ejercicio durante el verano e insisto, ¡eso es algo que no se puede volver a repetir! Tenemos que aprender para que el próximo año no se repita.
La motivación es el primer paso para empezar
Es por eso que aquí te dejo un artículo que escribí el año pasado para todos aquellos que habíais perdido la motivación. Pues como indica mi método ATOPE, buscamos alcanzar la felicidad a través del entrenamiento y del ejercicio.
Una vez tenemos la motivación para empezar y tener constancia (adaptándonos a cada momento del año y de nuestra vida), vamos a agrupar los 5 consejos por perfiles de entrenamiento veraniego y a partir de ahí, ¡vamos a darle!
5 consejos
Si eres de los que no ha parado de entrenar:
¡Eso es perfecto! No tengo nada que decirte, solo felicitarte. Que sepas que te has beneficiado de un montón de adaptaciones.
¿No sabes cuáles son? Pues no te pierdas mi pódcast ‘7 adaptaciones que se producen por la práctica continuada de ejercicio físico’, para saber cómo ha mejorado tu salud gracias a tu constancia y dedicación.
Si has entrenado de manera intermitente:
Tampoco te tengo que echar la bronca. Lo que sí que tengo que decirte es que, de cara al próximo verano, tienes que intentar fijarte en esos días que no has hecho nada, y aprender para ver qué podrías haber hecho para darle estabilidad a tu proyecto de ejercicio. Haz un diario y analiza qué días has entrenado y cómo te sentías antes y después. Me acuerdo aún de José Manuel, de cuando hablaba de este concepto:
Es muy importante darle estabilidad al proyecto, porque eso es lo que nos va a garantizar mejoras y beneficios con el ejercicio físico. Ahora, si no le podemos dar toda la estabilidad que nos gustaría, lo que tenemos que intentar es darle esa solidez que nos va a garantizar una mejora.
Si eres de los que entrenaba antes y ha estado todo el verano sin hacer nada:
Prácticamente, tenemos que empezar como si no hubiésemos hecho nada nunca porque, si bien es cierto que el cuerpo tiene memoria muscular, si hacemos lo mismo que hacíamos antes de irnos de vacaciones o de estos meses de parón, el riesgo de lesión aumenta y eso nunca lo queremos.
Lógicamente, nos perjudicaría a la hora de conseguir el objetivo de estabilidad deportiva, y en ese caso poder beneficiarnos de todas las adaptaciones que nos produce el ejercicio.
De todas formas, para el verano que viene (o antes de que vuelvas a otro parón), te dejo este artículo para mantener la motivación en verano o cualquier otra fecha señalada.
Ahora bien…
Si eres de los que antes del verano no hacía nada y ahora quieres empezar:
Tienes que saber que las prisas no son buenas consejeras. Hay que ir muy poco a poco porque la lesión está igual de cerca que la mejora, así que hemos de recuperar bien para entrenar.
Marta analizó este tema en el blog que tenemos en Penalba8. Te recomiendo que te pases y te nutras de esa información, si es tu caso.
Por supuesto, mi mayor recomendación sería que contactases con un profesional de la actividad física y de la salud, porque ese perfil SIEMPRE va a ser el que de verdad te ayude a cómo iniciarte y poder garantizarte esa estabilidad de la rutina que venimos repitiendo durante todo el artículo.
Dicho esto, ya terminó el verano e independientemente de cuál sea tu caso, ¡todos tenemos que estar entrenando y moviéndonos! Así que, dejemos de leer y ¡manos a la obra! Te dejo aquí una rutina para empezar.
¡A tope con ello!