Muy buenas a todos y todas y bienvenidos a este nuevo blog en el que vamos a hablar de beneficios. En este caso, toca un post en el que estoy convencido de que vamos a aprender mucho, pero, antes de seguir avanzando, debemos diferenciar el deporte de la actividad física.
- La actividad física es el conjunto de ejercicios que realizamos diariamente en nuestra actividad diaria sin ser movimientos planeados. Por ejemplo, el levantarnos de una silla, el desplazarnos por nuestro hogar, etc.
- En cambio, el objetivo del deporte es la competición y la diversión. Pero no necesariamente se necesitan realizar ejercicios físicos para practicarlos, como puede ser el ajedrez, que está considerado como deporte.
Una vez entendida la diferencia entre deporte y actividad física, vamos a darle caña con los diferentes beneficios que podemos obtener con el deporte:
Beneficios físicos
El deporte, normalmente, conlleva un ganador y un perdedor. Incluso puede conllevar una competición contigo mismo buscando mejorar tu versión con respecto a la anterior. Es por eso que tenemos que intentar sacar esa versión siempre mejorada. Lo que conllevará a nivel físico una composición corporal mucho mejor si competimos que si no lo hiciésemos. Obteniendo un menor porcentaje de masa grasa y uno mayor de masa muscular.
La ecuación es: cuanto mayor nivel de competición, mayor exigencia física y mejor composición corporal.
Al igual que pasa lo contrario, cuanto menor nivel de competición, menor exigencia física y peor composición corporal. Un ejemplo que puede ayudarnos a ubicar esto es mi preparación del Iron Man. El año pasado, a principios de octubre, hice el que aún es mi primer y único Iron Man. Así que aquí te traigo el vídeo de mi preparación, para que te inspires y orientes sobre los beneficios físicos y la ecuación que comento.
Beneficios cognitivos
Este es el que más me gusta porque, independientemente de que sepamos o seamos conocedores de que la actividad física o el deporte nos van a traer beneficios, muchas veces omitimos las ventajas que nos puede dar a nivel psicológico. En relación con eso, aquí te adjunto un par de pódcast en los que hablo del Alzheimer y el ejercicio físico:
Ahora bien, el deporte nos da algo más que no nos da la actividad física como es la derrota. En el momento en que formamos parte de un equipo de varias personas ya estamos compitiendo, aunque sean nuestros compañeros. Pues, por ejemplo, en el caso del fútbol, nosotros formamos parte de una plantilla de 23 jugadores, pero al final solamente juegan 11. Así que estamos entrenando con los compañeros, pero a la vez estamos compitiendo entre nosotros para poder jugar y poder hacer ganar al equipo.
Luego, siguiendo con el ejemplo del fútbol, evidentemente competiremos contra otro equipo, el cual ya ha competido entre sí (unos 23, 22 o 25 jugadores) para poder ganar al nuestro. En este caso, la competición normalmente será sana porque es entre los miembros del equipo que competirán por hacernos mejores. Esto no significa que la competición contra el rival sea insana, pero lo que sí que queremos es ganarle y a partir de ahí, dependiendo de lo que ocurra, asimilaremos esa victoria o la ‘amarga derrota’.
Las derrotas
Las derrotas siempre son duras, independientemente de que se haya perdido por una cierta evidencia, como que a nivel técnico son mejores, o por algo ajustado donde podíamos haber ganado nosotros. Y es que aquí, a nivel cognitivo, lo importante de la derrota es como nosotros la gestionemos. El cómo nos vamos a levantar e intentar ser mejores y reflexionar de por qué hemos perdido, para seguir intentando conseguir esa victoria. De igual manera lo podemos aplicar a la vida, a nuestro trabajo, a nuestro colegio…
Y es que al final, cuanto antes empecemos a perder, antes empezaremos a gestionar todo este tipo de emociones.
La perfección por definición no existe, vivimos en un mundo lleno de imperfecciones y nosotros queremos ser perfectos. El trabajo lo tenemos que hacer nosotros en este sentido, perder en el deporte es una herramienta que nos va a ayudar a gestionar este tipo de emociones y, a partir de ahí, esto lo podemos aplicar a otros ámbitos de la vida.
Beneficios sociales
Los beneficios sociales del deporte son innumerables, pero, para mí, el más importante es el ambiente sano que se genera.
Se trata de un ambiente en el que vamos a reunirnos todos para movernos, para jugar, para disfrutar, para activar al organismo y una infinidad de cosas más.
De todos modos, antes de entrar en materia, te recomiendo que escuches el siguiente pódcast por si no has empezado a entrenar y para que conozcas que, con las clases colectivas, puedes mejorar un montón.
Si ponemos el foco en el evento deportivo como tal, independientemente del resultado, cada partido es una fiesta del deporte y de la salud a través del movimiento, además de una fiesta de valores que van asociados a ello.
Crecimiento personal
Personalmente, en este aspecto social lo que más destaco es la capacidad de empatía que desarrollamos cuando una persona se lesiona delante de nosotros. Es muy diferente el sentimiento al que tenemos cuando un compañero de trabajo está constipado en frente del ordenador de nuestra oficina, ¿verdad?
La lesión en el deporte es lo más duro a nivel individual, simplemente por el hecho de que se tiene que parar de practicarlo y, por tanto, de beneficiarnos y de disfrutar de todo lo que nos da. Hemos de ser conscientes de que un día nos puede tocar a nosotros y de cómo nos gustaría llevar esa lesión. Por eso mismo, en el compañerismo que desarrollamos encontramos esa capacidad de empatía.
El contacto con los demás nos humaniza; el compartir el tiempo, los unos con los otros, nos une y nos genera una relación de disfrute y por qué no, de amistad.
En definitiva y, como habéis podido comprobar, me encanta el deporte en todos los sentidos, así que, no es que os anime, es que os motivo a que no os esperéis a beneficiaros de todo lo que nos da. Porque cuidar tu cuerpo y tu mente es lo más importante.
¡A tope! ¡Pero en toda regla!