¿Por qué entrenador y no profesor?

Muy buenas a todos y bienvenidos a un nuevo artículo, en el que la ciencia pasa a un segundo plano y el empirismo y mis preferencias, pasan a ser las protagonistas.

Esta pregunta, es una cuestión que muchas veces ha salido en las sesiones que hacemos en Penalba8, y alguna vez he contestado… pero en este post lo vas a tener de manera más extensa.

Antes de empezar con la explicación, he de decir y recordar, que lo que voy a exponer es mi opinión, mi gusto y mi criterio. Con ello, pretendo simplemente aportar información, con la que quizás estés de acuerdo conmigo o no. Pero en ningún caso, mi intención es convencerte de que lo que yo hago es lo mejor y menos aún, decirte que lo que tú haces, no es correcto.

Y ahora sí, empecemos:

¿Por qué no quiero ser profesor de educación física?

Un profesor de educación física normalmente tiene un horario fijo, de lunes a viernes, con lo que tiene un compromiso a nivel horario. Esto para algunas personas, es un placer… pero para mí, sería como estar esposado durante un tiempo; en el que, tendría que dedicarme a las clases sí o sí, y no poder variar mi horario en función de mis inquietudes.

Las personas con las que trabajamos están ahí porque tienen que estar… es decir, independientemente de que les guste la actividad física o no, saben que han de estar. Esto hace que, con una alta probabilidad, nos podamos encontrar con alumnos que no están motivados y este hecho condicione el funcionamiento de la clase.

La asignatura de educación física, en algunos casos, se considera ‘’maría’’. Bajo mi punto de vista, considero que no se le da la importancia a nivel general (desde el alumnado, como los propios compañeros profesores) y esto hace que se pueda caer en la comodidad y trabajar e instruir cada vez con menos intensidad.

Al hilo del punto anterior, en ocasiones por x cuestiones, se opta por aprobar esta asignatura para que ‘’quede mejor’’ el boletín de notas del alumno… Esto es algo que a mí personalmente, me costaría mucho asumir, porque en otras materias los objetivos están muy marcados y son inamovibles… ¿por qué en esta asignatura no?

A día de hoy, en educación física, mucha gente pasa de curso, sin saber hacer la voltereta, saltar a la comba, dar un par de vueltas a un campo de futbol sala corriendo sin parar, hacer dos flexiones…Sin embargo; una persona jamás pasaría de curso si no sabe leer, escribir o sumar…

Y ahora, ¿por qué he querido ser entrenador personal?

Desde que tengo uso de razón y desde los 15 años que me apunté al gimnasio a hacer musculación, siempre me ha atraído el concepto teórico del entrenamiento y de cómo obtener el máximo rendimiento y la mejor forma física para el deporte que practicaba: la pelota valenciana.

A partir de ahí, gracias a intentar trabajar mi cuerpo y mis capacidades, quise hacerlo con los demás… y la respuesta de la gente, fue algo brutal… y las sensaciones que sentí… son tan increíbles, ¡que por ello decidí ser entrenador personal!

La gente, viene de manera voluntaria (en el 90% de los casos), con lo que vienen dispuestos a escuchar y a querer mejorar.

A nivel de horarios, me permite trabajar muchísimo y poder dedicarle el tiempo que quiera. Al igual que tener la libertad horaria de decidir a qué hora empezar, terminar… etc.

Cada persona es un mundo, con lo que estoy plagado de retos diarios.

El aprendizaje diario es súper grande. Al trabajar con personas de diferentes ámbitos, te enseñan sus vidas y se aprende mucho, pero lo más importante es tratar a las personas.

Un claro ejemplo de esto, es que lo último y lo primero que hago después de un viaje… es ir a estar en el espacio dónde entrenamos, es como estar en mi espacio, en mi zona de confort.

A día de hoy, la verdad es que no entreno a las personas tanto como me gustaría; porque tengo la labor de gestionar este negocio de la mejor manera posible… Aun así, si alguien me pregunta de qué trabajo, sigo diciendo entrenador personal… porque la gestión, para mí no es un trabajo como tal, forma parte de ello.

Sigo disfrutando cada día como el primer día que entrené a mi primera persona (con ganas del siguiente entrenamiento). También es verdad, que la vida da muchas vueltas y nunca sabemos dónde podemos terminar. Por eso mismo, no voy a dejar de trabajar por conservar mi suerte, seguir dedicándome al entrenamiento personal.

¡Ale! ¡Ya me he abierto! Me gustaría conocer vuestra opinión al respecto. ¡Os leo en comentarios!