¡Muy buenas a todos y bienvenidos a un nuevo post de mi blog! En esta entrada nos vamos a centrar en la motivación. El año está finalizando y muchas personas empiezan a pensar en los propósitos de Año Nuevo, en sus objetivos para el próximo año y, por qué no, en marcarse algunos retos.
Y esto, bajo mi punto de vista, es algo que está muy bien porque nos ayuda a tener motivos para arrancar o, porque no decirlo, para vivir con más ilusión. Ahora bien, lo que sí que creo es que el enfoque inicial es la clave para poder conseguir los objetivos o los retos que nos marquemos.
La motivación es el motor, pero no el motivo
En este sentido, la motivación es clave y supernecesaria al principio, porque nos aporta esa energía extra que vamos a necesitar para poder darle caña a lo largo del año para poder conseguir esos objetivos.
Pero, dejar todo a la motivación sí que creo que es un error porque la motivación es caduca. Lo que quiere decir, que depende de muchos factores, que en este caso hay algunos que podemos contemplar y otros no. Si la motivación baja, nuestros objetivos y retos pueden verse en peligro si dependemos al 100% de ella.
Sin irnos demasiado del tema, a la hora de pensar en el reto que nos marquemos o el objetivo que nos propongamos, tenemos que ser muy honestos con nosotros mismos. Nos tienen que gustar y nos tienen que apetecer. Además, pienso que marcarse un reto no es algo positivo, lo positivo es cumplirlo y finalizarlo.
Un ejemplo de reto podría ser dejar de fumar. En este caso, debemos saber si es o no el mejor momento para ello, es decir, hay fiestas por en medio o alguna celebración que nos impida seguir nuestro objetivo. Debemos ser muy conscientes de esto, pues si queremos que sea un objetivo para conseguir en el largo plazo, lo que tenemos que intentar es mantenerlo en el tiempo. Porque de lo contrario habremos fracasado. Es por eso por lo que tenemos que ver cuál es el momento de verdad y a partir de ahí trabajar para poder mantener este objetivo.
Te dejo un pequeño speech sobre la motivación:
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Conocer nuestro cuerpo
Hemos de asumir que vamos a tener días malos, días en los que no nos apetezca conseguir el objetivo e incluso tirarlo todo por la borda. Así que la constancia en todos estos días son los que te convierten en quien quieres ser.
En mi opinión, marcarse retos es completamente necesario para poder tener ese pequeño pique con la vida que nos va a hacer mejorar poco a poco. Lo que sí que tenemos es que asumir es que vamos a tener momentos buenos y malos, y al final todos esos momentos nos van a hacer sumar y llegar a completar el reto o los objetivos que nos hayamos marcado en un principio
Disfruta del proceso con o sin motivación
Disfrutar del proceso es algo clave, porque si tú no estás disfrutando de lo que estás haciendo, más tarde o más temprano acabarás abandonando. Por eso, es muy importante disfrutar del hecho de marcarte el objetivo y del día a día, la hora a hora, el minuto a minuto… El pasarlo bien, motivarte a ser mejor y saber que, aunque no tengas ganas, lo estás haciendo bien y no caes en ese momento que no es tan bueno, o que te da pereza. Date cuenta de que hacer las cosas cuestan mucho, pero destruirlas, muy poco.
Y para hablar de ello, como sé que, aunque disfrutáis del proceso, necesitáis saber cuánto se tarda, os dejo aquí un pódcast donde hablo sobre ello.
En definitiva, bajo mi punto de vista, creo que la motivación más tarde o más temprano expirará y no tenemos que depender de ella. Así que hemos de aprender a construir una rutina, aquí te dejo 8 consejos.
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Definir los retos que nos marquemos es clave para que lo podamos conseguir, y luego lo que tenemos que intentar es que día tras día consigamos los objetivos que nos marquemos por encima de cualquier cosa. Porque con el tiempo iremos ganando consistencia y, por supuesto, la atención que le dedicamos a ese reto cada vez será menor porque estará más automatizada.
Así que, es muy importante ponerse y una vez que lo hagamos es mejor avanzar en ‘segunda marcha’ que meter un acelerón en sexta y que se nos acabe la gasolina pronto. La sostenibilidad en el tiempo es clave para remar con tranquilidad, disfrutando del proceso, porque al final un barco en l’Albufera avanza igual que un barco en el mar, pero el disfrute de las vistas quizás sea de otro modo.
Me despido con una frase que no dejé de ver cuando hice los 100k: insistir, resistir, persistir… ¡Pero nunca desistir!